lunes, 23 de febrero de 2009

8 FEB: HACIA EL CORAZÓN DEL PAÍS: CÓRDOBA



Tomamos un bus directo San Martín- Córdoba, de manera que viajamos desde el domingo a las 8 de la mañana hasta el lunes a la misma hora. Al llegar a Córdoba, como no tenemos ganas de quedarnos en la ciudad, tomamos un colectivo que nos lleva a Mina Clavero, pueblecito en el camino a Traslasierra, tres horitas más. Llegamos rebentados: camping junto a l río, traje de baño y a la playa. Tarde tranquila y noche de luna llena.

Nos quedamos tres días junto al río y después viajamos hacia Tanti para quedarnos 5 días en una reserva naturista llamada Yatan Rumi, a unos 15 km del pueblo siguiendo el sinuoso camino hacia la cordillera de "Los Gigantes". El lugar comprende 1200 hectáreas de plena naturaleza: vegetación muy similar a la mediterránea, arroyos, riachuelos y cascadas, muchas vacas pastando los montes y unas vistas impresionantes de todos los pueblos de la zona, ya que estamos a unos 1500 m sobre el nivel del mar.

Acampamos junto a la casa, centro neurálgico de la reserva, de la cual nos dejan disponer para utilizar la cocina, el baño y el salón. Desde el principio hacemos muy buenas migas con Ale, el encargado, que se ríe un montón con Rober. También conocemos a mucha gente acá, sobre todo cordobeses, gente muy copada, con esa graciosa forma de hablar y amables hasta la médula. Disfrutamos de los momentos de sobremesa de las cenas o los mates al atardecer, en los que las interesantes conversaciones espontáneas nos muestran la más pura realidad de este país, narrada por gente que ha vivido y vive todos los desbarajustes que provocan los corruptos políticos que manejan el gobierno. Y, cómo no, las caminatas por el monte, los baños en los arroyuelos y saltos de agua, los atardeceres guitarra en mano, la tranquilidad.

El fin de semana llega muchísima gente (de unas 8 personas que éramos, pasamos a ser 80) con motivo de la celebración del aniversario de la reserva. El domingo se forma un kilombo bárbaro. Nos agobia un poco, de repente se rompe la serenidad de la que veníamos disfrutando, pero también aprendemos de la experiencia y le sacamos su parte positiva: el observar a esta gente y reconocer enseguida a la que vale la pena conocer para compartir un ratito de pura vida y a los falsos naturistas, snobs truchos que sólo están acá para aparentrar que son alternativos, como si de una moda se tratase.

El úlitimo día en Tanti almorzamos con Ale en medio de la sierra, junto a las ruinas de una vieja casa, rodeados de vacas y al son del riachuelo que corretea cerca. Al despedirnos, por la tarde, nos da mucha pena el saber que no volveremos más; Ale es una de esas personas que nos llevaríamos a casa escondidita en la mochila. Hemos visto poco de Córdoba pero, la verdad, cuando llevas tanto tiempo viajando, admirando paisajes, lugares de interés, museos, en fin, haciendo turismo, te cansas, te agotas. El cuerpo te pide parar, la cabeza necesita situarse en el espacio; es un sentimiento extraño pero cualquiera lo puede entender: somos sedentarios, no estamos acostumbrados al nomadismo constante, y llega un momento que la tienes clara: se acerca el final del trayecto...

1 comentario:

JMS dijo...

Ole Rober, un sireno de riu molt integrat en la natura!!!jejeje
Boníssima!!!
Salut