Decidimos volver de tirón para descansar unos días en San Nicolás y celebrar con esa gran familia el fin de año. El viaje desde Tarija (Bolivia) a San Nicolás (prov. de Buenos Aires) se convierte en una odisea de 37 horas, un día + una noche +otra día. Se dice pronto...
Pero llegar a un lugar que conoces, donde te abren la puerta y te reciben con abrazos, donde te ofrecen cama y toallas limpias, te lavan la ropa, te preparan comidas llenas de amor y buen gusto, después de andar casi dos meses sin saber dónde vas a ir a parar (y a veces llegando a parar en auténticos cuchitriles...), ese es el regalo más grande que nos podría ofrecer esta atípica navidad.
Re-encuentros
gente nueva y gente renovada
fiestas y celebraciones
buen vino
comidas caseras de concurso
mucha música
canciones nuestras suenan en todas las reuniones
nochevieja "de joda" hasta el amanecer
se forjan amistades
se estrechan los lazos...
Descansamos 8 días, sin hacer demasiado, nos dejamos cuidar, disfrutamos de la piscina y el lindo jardín de la casa, de los helados de la "Italia", de los paseos por la ciudad...
Y así nos recargamos para seguir adelante, rumbo al sur, como CARACOLES, de aquí para allá, con la vida en la mochila a cuestas...
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