sábado, 25 de octubre de 2008

24 OCT: VIAJAMOS HACIA MISIONES

Nos movemos hacia el noreste del país. La ruta: San Nicolás- Rosario- Santa Fe- Paraná- Federal- Paso de los Libres- La Cruz- Alvear- Sto Tomé- Virasoro- Apóstoles- San José- POSADAS. 17 horas de viaje, tarde y noche, en colectivo (autobús). Tormenta durante toda la noche.

Llegamos a Posadas amaneciendo el día, nublado pero aún sin llover, calles secas todavía. Por 50 pesos (unos 11 eu), nos alojamos en un complejo turístico: cabañita de madera para dos. Estamos junto al río Paraná, al otro lado se ve Encarnación (Paraguay).

Pasamos 2 días en esta cuidad, capital de la provincia de Misiones, entre lluvias y nubes. Conseguimos hacernos el carnet de hostelling (o de alberguista), con el que conseguimos descuentos en un montón de hostels y compañías de ómnibus.

El viernes 24 partimos a San Ignacio. Nos instalamos en otro hostelling, compartiendo habitación con un holandés muy reservado. Día de sol y mucho calor y humedad; disfrutamos de la piscina.
Este es un pueblito tranquilo y encantador, situado en medio de la selva, con una gran cantidad de población guaraní (indígenas de la zona).

Visitamos las ruinas jesuíticas guaraníes, impresionante reducto que se comió la selva hace 200 años y más tarde se recuperó entre la abundancia de la naturaleza para ser ofrecido como atractivo turístico. Aquí llegaron los jesuitas españoles dispuestos a evangelizar (o mejor dicho conquistar?) a los guaraníes. Respetaron la lengua y los caciques ( jefes) de la cultura guaraní, aunque arrasaron con todo lo demás. Quedan ruinas de las casas donde vivían y de la iglesia, todo construído alrededor de una gran plaza cuadrada. Hay entre las casas un gran árbol llamado Corazón de Piedra, un ficus que empezó a nacer en una columna y fue desarrollando el tronco alrededor de ella, como en un abrazo. Qué mágica la naturaleza, qué sabia, siempre dispuesta a crecer...

En el hostel hay muy buena onda; nos dejan utilizar la cocina, hay internet free, la gente que lo lleva es un grupo de amigos y son todos muy amables. Estamos conociendo aquí a un montón de gente, viajeros y viajeras, españoles, estadounidenses, belgas... Gente que va y viene recorriendo el país, gente con la que hablamos de nuestros caminos, intercambiando impresiones y sensaciones.

El sabado excursion a la selva misionera: Parque nacional Teyu Cuare (que en guarani significa cueva de lagarto). vamos hasta alli con el unimog, un camion todoterreno conducido por Diego, que trabaja en el hostel. Somos 7 y viene un guia con nosotros, Pablo, que nos va explicando todo sobre la flora y fauna delugar. Mas de 6 h. de caminata aprendiendo a convivir con los mosquitos y demas insectos. Llegamos a lugares donde las vistas son realmente impresionantes. todo en buena compañia, entre risas y vegetacion exuberante. Por la noche comienza una tormenta bien tormentosa que durara hasta la tarde del dia siguiente; dia tranquilo en el hostel, intercambiando experiencias viajeras, ping pong, billar, musica...

El lunes partimos hacia Iguazu, con Jordi y Berta, de Barcelona, cuatro caracoles que se mueven hacia las imponentes cataratas. llegamos a Puerto Iguazu y nos instalamos en un nuevo hostel. El martes 28 visitamos las cataratas, el lado de Argentina. Es un parque natural, en realidad muy turistico, todo montadito para que el visitante goce al maximo de su estancia en el lugar; en fin, un poco agobiante. Aunque cuando empezamos a ver las cataratas, esa gran maravilla de la naturaleza, nos quedamos realmente impresionados.

Al dia siguiente, a pesar de la tormenta, visitamos el lado de Brasil. Las vistas son mucho mas impresionantes, y encima esta medio vacio porque hace un dia de perros. Somos 7 los que vamos juntos, mas gente de Catalunya, Laia y Ana, de Girona, y una chica de Venezuela. Con el chubasquero puesto todo el dia, soportando el frio y la humedad, pero disfrutando al maximo de ese paisaje magico que ofrecen los saltos. Agua, agua y mas agua, por todas partes. Merece la pena realmente visitar los dos lados, brasileño y argentino, aunque el dinero se esfuma casi sin que te des cuenta en estos lugares tan turisticos.

Hemos quedado con toda la gente de Catalunya para irnos una semanita a Florianopolis (Brasil), que queda a unos 900 km de aqui. Mañana partimos, a ver si nos dejan pasar la frontera sin problemas, quien sabe.

Continuara...

viernes, 24 de octubre de 2008

SAN NICOLÁS: PRIMERA ESTACIÓN











Llegamos a Argentina, llegamos a un lugar entrañable, cálidos abrazos, primer punto de encuentro. Tenemos una familia aquí, así lo hemos sentido desde el principio.
La gente se ha entregado a nosotros con absoluta humildad, haciendo siempre lo posible por hacernos sentir como en casa.

San Nicolás es una ciudad donde nos sentimos cómodos; la casa de Laura y Dorito está en el centro, así que vamos caminando o en bici a todos lados.
Las excursiones más gratificantes han sido las que hemos hecho a la costanera, el camino que recorre la vereda del río. Salimos con las bicis, pedaleando despacio, admirando el paisaje. De repente un caballo en el camino, o un toro, o un grupo de vacas... Mate, almuerzo, regreso a casa, un día lleno de sonrisas.

El día que fuimos a la isla fue mágico. En el club (un lugar junto al río bien arregladito para pasar el día, piscinas, parrillas, restaurantes, canchas de básket, playita, canoas...) cogimos un kayac que nos prestó Agus, y remando, no muy acertadamente, llegamos a la isla, una extensión enorme de terreno formado de manera natural como consecuencia de las crecidas y vaivenes del río. Allí nos dirigimos para visitar el rancho de Raúl, un viejo amigo qure conocimos en Gandía. Al son del cantar de los pájaros tomamos mate caliente y conversamos sobre la vida y nuestro paseo por ella. No faltó la visita de los caballos, que libres y felices paseaban en grupo por los alrededores del rancho. Vuelta a la ciudad, remando todavía peor, pero llegando sanos y secos al otro lado...
El primer fin de semana salimos con Rodri y los amigos al Gap, un boliche donde ponen rock y cumbia. Fue divertido. El segundo estuvimos con Agustín y Luciana, grandes personitas que conocimos aquí, y nos llevaron al teatro a ver un espectáculo de danza. También con ellos visitamos Rosario, una cuidad muy linda que queda a una hora de San Nicolás. Allí fuimos a ver un concierto de música electrónica y jazz en un pequeño centro cultural. Al día siguiente paseamos por la costanera de Rosario y nos sentamos a comer en un restaurante junto al río, donde probamos la boga asada (un pescado de río). Impresionante.

Además de disfrutar de los lugares, lo más importante y enriquecedor ha sido haber conocido a personas tan humildes y gentiles, personas que nos han ofrecido su casa, que nos han llevado aquí y allá, que nos han explicado la historia y anécdotas del lugar, que nos han orientado y aconsejado, que nos han hecho sentir tan agusto. Es una gran suerte contar con una familia en este gran país.

Y otra cosa muy importante que hay que agradecer: la comida. Levantarse cada mañana y encontrar la mesa llena: el mate, la fruta, las galletitas, la miel de la isla, el dulce de leche, todo buenííísssiimo. Después las comidas y cenas: verduras al horno, tartas, ensaladas de mil colores, legumbres, arroces, pastas, milanesa, asado, peceto (la mejor parte de la vaca)... Nos han cuidado en todo detalle, en todo momento y en todo lugar.
Queremos agradecerle a toda la gente que nos ha ayudado a pasar unos días inolvidables en San Nicolás. Gracias de corazón por vuestra enorme bondad.